
Con este test podemos medir la posible reacción a 132 alimentos muy comunes de forma casi inmediata. Consiste en la identificación de anticuerpos presentes en nuestra sangre a determinados antígenos -proteínas- que se encuentran en los alimentos.
Se ha demostrado que la intolerancia a alimentos puede estar vinculada al incremento de anticuerpos IgG por parte de nuestro sistema inmune tras la ingesta de determinados alimentos. Si nuestros sistemas digestivo o inmunológico se encuentran comprometidos los complejos antígeno-anticuerpo se pueden depositar por todo el organismo dando lugar a inflamación, lo que puede causar fatiga, colon irritable, distensión abdominal, migrañas,… Además, la formación de inmunocomplejos antígeno-anticuerpo va a producir un aumento de la presión oncótica del plasma, lo que se va a traducir en un aumento en la retención de líquidos.
En el caso de la obesidad y el sobrepeso, si eliminamos de la dieta los alimentos a los que el paciente tiene una sensibilidad alta, sus resultados van a mejorar sensiblemente.
Basta con obtener una mínima muestra de sangre, para realizar este test y se obtienen los resultados a los pocos días…
Los resultados se pueden obtener el mismo día, en 40 minutos aproximadamente.
Si eliminamos de la dieta los alimentos a los que se tiene una alta intolerancia la pérdida de peso se va a ver beneficiada.
No. Las alergias alimentarias se caracterizan por una reacción grave inmediata al exponerse al alérgeno y están relacionadas con el aumento de anticuerpos IgE. En cambio, en la intolerancia la aparición de los síntomas es más tardía y se relacionan con el aumento de anticuerpos IgG.
En principio no tiene sentido repetirlo antes de 1 año. Los resultados obtenidos van a seguir siendo válidos siempre pero no es descartable el que puedan surgir nuevas intolerancia alimentarias con el tiempo.