LA TOXINA BOTULÍNICA – Mitos y verdades

¿Qué es la toxina botulínica?

Es una neurotoxina elaborada por la bacteria Clostridium Botulinum agente causal del botulismo.

¿Cómo funciona la toxina botulínica?

Actúa a nivel de la unión neuromuscular de forma local, produciendo la relajación y disminución de la fuerza del musculo sobre el que se aplica, durante un tiempo limitado y totalmente reversible.

Son múltiples sus indicaciones médicas entre otras: estrabismo, cefaleas intratables con otros medicamentos, espasticidad muscular, incontinencia urinaria, hiperhidrosis y fascitis plantar.

En Medicina Estética para reducir las arrugas de expresión ya que disminuyen la fuerza de contracción del músculo tratado y las arrugas que aparecen tras esas contracciones, dando a la cara un aspecto más relajado y descansado.

¿Dónde se aplica?

Se utiliza para tratamiento y prevención del envejecimiento cutáneo en las arrugas de expresión del tercio superior de la cara como las patas de gallo, arrugas del entrecejo y las arrugas horizontales de la frente.

¿Cuál es la edad recomendable para un tratamiento de toxina botulínica?

Se puede realizar a cualquier edad. Cada vez es más habitual realizar tratamientos con toxina botulínica a pacientes jóvenes, como tratamiento preventivo.

¿Cuánto dura el efecto?

Tiene una duración aproximada de 4 a 6 meses, cuando se hace seriadamente suele ser suficiente con una sesión cada 6 meses.

¿Se estropea la piel cuando se deja de aplicar?

¡NO! Es un tratamiento que se puede realizar tantas veces como quieras y se puede abandonar cuando quieras sin que esto suponga un perjuicio para la piel, más bien una falta de beneficio, de hecho la toxina botulínica es un tratamiento preventivo, que evita el paso de arrugas dinámicas a estáticas.

Es un efecto local y temporal.

¿Cuándo tarda en hacer efecto?

El efecto será visible a partir del quinto día y se estabiliza entre el décimo y el duodécimo, razón por la que se suele revisar a los 15 días.